22.10.10

In my place

Necesitaba al menos diez minutos con el. Tenerlo para mi, poder abrazarlo, besarlo recorrer su cara con la punta de mis dedos. Necesitaba ese momento que siempre me hace bien, esos minutos donde todo desaparece, donde estoy en el mejor lugar del mundo.

Y ni eso. Apenas apague la luz ya estaba dormido. No reaccionaba. Ni un beso de buenas noches, ni una caricia ni un te quiero. Y yo me quede tratando de tomarlo de la mano, de esperar una mínima respuesta. Pero ya estaba inconsciente.

Esta vez lo necesitaba yo. Necesitaba hablar con él, necesitaba contarle lo que me pasaba, necesitaba decirle que me siento sola, que tengo miedo, que me hacia falta diez minutos de contención, donde alguien me abrazara y me dijera que esta todo bien, que todavía al menos él está para mi.

No puedo ir y despertarlo. Su cuerpo necesita descansar, su mente no da más. Lo único que lo mantiene en pie es el enorme entusiasmo que lo llena de energía. Este laburo es algo impensable para él y encima con su tío de España. Y la semana que viene sus 18. B. no puede estar en un mejor momento.

¿Cómo puedo ser capaz de sacarle eso? ¿Cómo puedo apenas arriesgarme a arruinárselo? El otro día me llamo justo cuando yo estaba llorando. Le tuve que cortar y decirle que no quería hablar. Él notó que me pasaba algo. Le dije que le quería contar algo importante. Se olvidó. Ya no le da la cabeza para tanto, esta tan feliz y excitado que no puede notar el efecto secundario.

Yo se que él no es así, yo se que se preocupa por mi y se que si se entera lo mal que estoy lo voy a poner mal. No quiero hacerle eso, no puedo. D. dice que para eso esta, para contar con él, para escucharme. Dice que no puedo estar pensando en los demás, que tengo que pensar en mi y B. va a estar feliz de ayudarme. Pero no es tan así.

Son las 12.10 de la noche y B. esta durmiendo en mi cama. Y yo acá, en este lugar, escribiendo. Sin saber si estoy haciendo bien o mal. Sin saber si debería despertarlo o no.

Y si la situación fuera a la inversa, si él estuviera llorando mientras yo duermo en su cama querría que me despertase, querría ayudarlo. Pero yo sigo siendo yo. Y no puedo despertarlo, simplemente no puedo. No esta bien, esta cansado, casi muerto. Tuvo un día interminable, de esos que no podes creer que en algún momento van a terminar. Casi toda su semana fue asi.

Y es cuando me pregunto si estos son los momentos donde tengo que ser egoísta y cagarme en el otro. Es donde me pregunto si lo voy a terminar despertando. Si voy a llorar mas fuerte, a hablar en voz alta y lograrlo como por acciente.

Y estoy a punto de poner en la balanza mi necesidad de él y mi egoísmo frente a lo que en el fondo se que es lo correcto. Frente a hacer lo mejor para él.

Y de repente ya no se que es en el fondo lo que pienso que es lo correcto. Ya no se a quein creerle.

Voy a apagar la computadora y volver a mi cama. Quizás lo despierte. Quizás no pueda, quizás no tenga fuerzas. Quizás necesite de esa conexión que siempre tenemos y se despierte solo, sintiéndome, escuchándome desde los sueños.

Quizás simplemente me quede dormida yo también y cuando la mañana entre por mi ventana…

No lo sé.

2 comentarios:

Jane dijo...

Porque carajo no me deja cmabiarle los colores y la fuente???

Media Veronica dijo...

Muy profundo... son situaciones dificiles, pero estoy segura que el tiempo te dara respuestas...