Blackout

La falsedad es una cosa que simplemente me pone de mal humor. Y eso que yo soy de tener buena onda, no soy una piba cerrada ni me considero una forra, pero hay momentos en que me callo y observo a los demás. Y los miro, los escucho. Y me saca, me irrita, creo que esa es la palabra justa. Me dan ganas de apretar fuerte los dientes, fuerte los puños y poner cara de mala.

¿Por qué carajo esa necesidad de ser quien uno no es? ¿Por qué carajo esa necesidad de caerle bien a todo el mundo?

Últimamente me molesta mucho esa actitud en los grupitos de adolescentes, como se la pasan coqueteando o intentando lograr ser el mejor en todo delante de los ojos de algún desconocido.

Supongo que por eso tengo un perfil bajo, tengo mis grupos de amigos íntimos, y no soy de continuar esas amistades fugaces. Es que sinceramente no me siento identificada con esta parte de la adolescencia donde todos buscan esa popularidad, ese reconocimiento que dice que si, que sos el mas lindo, el mas copado, el mas gracioso, el mejor.

Me saca sentirme obligada a participar en este jueguito cuando realmente creo que es una soberana estupidez. Veo estas actitudes a mi alrededor, y ahí si entiendo porque seguimos siendo unos pendejos.

Pueden decirme ortiva, pueden decirme antisocial, pero yo a esta no me sumo. A este tren no me subo. No me cabe estar teniendo que dar todo el día una buena impresión, controlando cada palabra que sale de mi boca intentando seducir al otro y convenciéndolo de seguir la conversación.

El problema es que por momentos no se si se trata de este rechazo que me produce o simplemente de timidez. Porque delante de gente que no conozco, nunca termino de ser del todo yo, nunca puedo mostrarme tal cual soy si no hay la suficiente confianza.

Quizás a eso se le llame tener amigos, pero que se yo, a veces el resto no parece conformarse.