5.4.10

Scary movie

Miedo. Eso es lo que nos domina. Y no soy solo yo (aunque particularmente). Actuamos por miedo, reaccionamos por miedo. Y queramos o no, todo lo que hacemos gira en torno a superar esos miedos o dejar que nos ganen.

Esta en las cosas simples y en las cosas básicas.

Aprender a caminar, superando el miedo a los golpes. A andar en bicicleta, aprender a tocar la guitarra o a jugar al hockey, superando el miedo a fallar.

Y quizás hay momentos, en que es fácil dejarnos llevar por el miedo. Las cosas no parecen imprescindibles y decidimos quedarnos donde estamos, en nuestro lugar seguro. Y obviamente que siempre nos quedamos con la duda, que hubiera pasado si lo hubiésemos intentado. Pero cuando lo analizamos un poco mas, volvemos a sentir que todo puede salir mal y nos aseguramos que no nos puede alcanzar, que nada nos puede pasar si solo nos mantenemos quietos.

Pero superar esos miedos es indispensable para seguir adelante. La vida esta llena de obstáculos y de caminos que no podemos ver y es inevitable que le tengamos miedo a lo desconocido pero también es necesario vencer esos miedos.

Cuando el pánico nos envuelve y nos atrapa, todo se vuelve negro y se convierte en tristeza, en desesperación. Queremos hacerlo; deseamos cruzar, deseamos ser valientes de una vez. Cerrar los ojos y actuar sin pensar, sin dejar que nos domine el terror.

Pero es solo un deseo, y es solo una ilusión. No nos sentimos capaces y dejamos de intentarlo. Nos convencemos a nosotros mismos que nuestros temores son mas fuertes y que nunca podremos superarlos.

Así que nos rendimos. Abandonamos. Dimitimos.

Y hay veces que podemos, hay cosas que sabemos que podrían cambiarnos la vida y lo único que nos separa de ellas es la cobardía que sentimos. Nos quedamos donde estamos, suspirando por aquello que no puede ser, lamentándonos por no tener el valor. Y eso es todo. Nos arrepentimos, lloramos por ser así. Pero en realidad solo estamos poniendo excusas para no levantarnos y ponernos de pie, para tratar y tratar hasta lograr lo que deseamos.

Afortunados aquellos que lo logran por las buenas. Benditos quienes saben reconocer sus debilidades y hacerles frente, luchar con uñas y dientes por mas que por dentro la sangre tiemble en sus venas.

Porque hay una diferencia entre enfrentar nuestros temores y estar obligados a hacerlo. Existen momentos en que las situaciones nos ponen al límite y tenemos que hacerlo, ya no queda opción. Nos duele y nos cuesta pero aunque pataleemos, lloremos y gritemos, tenemos que hacerlo. Tomar el impulso sea como sea, porque o lo hacemos nosotros, o nos empujan los demás.

Y la verdad, es que me gustaría ser de aquellos que se sienten orgullosos de animarse a mas, de vivir la vida.

Porque yo creo que nunca voy a poder vencer mis miedos, yo creo que siempre voy a terminar haciendo las cosas cuando ya no pueda elegir, sino que simplemente el momento haya llegado.

Ironicamente, vuelvo a ser redundante rindiéndome antes de tiempo.

No hay comentarios: